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Roberto Calasso

El libro de todos los libros

  • Zakarias Zafrahas quoted12 hours ago
    bajaban. Entre Yahvé y la tierra no había un inmenso vacío, como a menudo era inevitable pensar, sino una serie de escalones, y era posible moverse entre uno y otra. Lo demostraba el continuo, silencioso movimiento de aquellos seres: los ángeles.
    Cuando Jacob se despertó y levantó la cabeza de su almohada de piedra, dijo: «En verdad, Yahvé está en este lugar y yo no lo sabía». Para Jacob, la presencia de Yahvé estaba ligada al terror de su padre Isaac. Jacob «tuvo miedo y dijo: “¡Este es un lugar terrible! Es la Casa de Elohim y la Puerta de los Cielos”». Muchos habían buscado en vano aquella Puerta. A él le había sido concedido encontrarla sin ningún esfuerzo. Pero su primer sentimiento fue de miedo. Después, sin mediar palabra, quiso celebrar el momento erigiendo una estela y vertiendo encima aceite. El lugar era misterioso y tal vez solo sus primeros moradores supieran la razón. Ahora se llamaba Betel, pero en otro tiempo se había llamado «Luz», «almendra» en hebreo. Aquella puerta era un jirón del cielo clavado en la tierra.
  • Zakarias Zafrahas quoted12 hours ago
    La vida de Jacob, durante muchos años tormentosa y humillante, estuvo marcada por dos hechos prodigiosos, que sucedieron en el mismo lugar: Betel. El primero, cuando fue a buscar esposa a casa de Labán, hermano de su madre, y al tiempo huía de su mellizo Esaú, que había prometido matarlo; el segundo, cuando volvió a la casa de su padre con dos esposas, las sirvientas de las dos esposas y doce hijos. Y de nuevo se encontró –solo– en Betel. Fue allí donde un día, veinte años antes, había descubierto cómo podía llegar al cielo. Los hombres de Babel ya habían tratado de averiguarlo, sin éxito. A Jacob le fue dado verlo. Eso fue suficiente. Había una escalera, «apoyada en el suelo cuya cima tocaba los cielos». Ciertos seres, parecidos entre sí, la subían y baja
  • Zakarias Zafrahas quoted12 hours ago
    Antes de las palabras de Yahvé a Abraham, el último episodio narrado era la historia de la Torre de Babel. Yahvé se convenció entonces de que era un mal que «los hombres formaran un solo pueblo y tuvieran una sola lengua». Entenderse con demasiada facilidad era letal. Se necesitaban barreras de opacidad para que la vida en la tierra fuera tolerable. Se necesitaba cierta calma, un espacio vacío, entre un pueblo y otro. Se necesitaba la dispersión, que un día sería llamada diáspora. Desde entonces Yahvé guardó silencio hasta que habló a Abraham.
  • Zakarias Zafrahas quoted12 hours ago
    Terah, padre de Abraham, reunió junto a él a su familia y «los sacó de Ur de los Caldeos para ir a la tierra de Canaán». Así lo cuenta el Génesis, sin añadir más. Los caldeos fueron los últimos en llegar a Ur, vértice de un estrecho triángulo junto con Uruk y Eridu. La historia del lugar comenzaba en Eridu, a unos quince kilómetros de Ur, según los sumerios la ciudad más antigua del mundo. En el Génesis, su nombre se superpone al de Irad, nieto de Caín. Y los cainitas fueron los primeros constructores de la ciudad.
  • Zakarias Zafrahas quoted12 hours ago
    En las palabras de Darmesteter, «el Libro del Justo, recopilación de leyendas hebreas relacionadas con la historia sagrada, de la Creación hasta el comienzo de los Jueces, y que parece remontarse al siglo XII, cuenta que, en el momento en el que Nimrod construía la Torre de Babel, los hombres lanzaban flechas contra el cielo desde lo alto de la torre; estas caían empapadas de sangre y se decían entre ellos: «Ah, hemos matado todo lo que hay en el cielo».
  • Zakarias Zafrahas quoted12 hours ago
    Aunque la gran mayoría de los comentaristas presenta a Nimrod, ya en la descripción de su nombre, como «aquel que indujo al hombre a rebelarse ante Dios», otras voces refieren una historia muy distinta. Muchos sostienen que Nimrod fue el que inició la construcción de la Torre de Babel. En cambio, según el Targum Yerushalmi, 10, 11, Nimrod habría abandonado Babilonia precisamente porque se opuso al proyecto de construirla. Emigró a Asiria y Yahvé, para recompensarlo, le concedió cuatro ciudades. En el Yashar, el Libro del Justo, publicado en Venecia en 1625, se dice que Nimrod buscaba animales para sacrificar en un altar que había erigido para Yahvé. El nexo entre caza y sacrificio, que resurgiría tres siglos después con Karl Meuli, se afirmaba aquí con autoritaria frialdad. Y, confirmando y dando mayor gravedad al asunto, una haggadah declara que Nimrod fue el primero en comer carne.
  • Zakarias Zafrahas quoted12 hours ago
    La diáspora era un castigo, también presuponía una culpa. Lo primero fue lo que sucedió después de que fuera derribada la Torre de Babel. Se produjo una dispersión que afectaba a todos los hombres. Pero ¿cómo habían llegado a Babel? «Cuando los hombres partieron de Oriente, encontraron una llanura en el país de Shinar y se quedaron». Hasta que se derrumbó la torre. Cada dispersión sucesiva repetiría aquella primera división de la estirpe tripartita de Noé. Y sería privilegio y desventura de una sola familia, los hijos de Israel, que comenzaban con Sem.
  • Zakarias Zafrahas quoted12 hours ago
    A diferencia de las historias de la Creación y del diluvio, la historia de la Torre de Babel no tiene paralelismos acadios, aunque sucedió en el corazón de Mesopotamia y se refiere a la más célebre figura arquitectónica de aquellos lugares: el zigurat. En lo que respecta a Babilonia, el Enuma Elish, homólogo acadio del Génesis, cuenta que el zigurat fue inicialmente construido en el cielo, ladrillo a ladrillo, por los mismos dioses, los anunnakis, para celebrar la victoria de Marduk sobre Tiamat. Y del cielo surgió también la Esagila, la «Casa dirigida hacia lo alto», con su torre. Tras lo cual Marduk descendió sobre la tierra y se construyó un santuario a semejanza de la Esagila celeste. Los viajeros que visitaban Babilonia recordaban su magnificencia.
  • Zakarias Zafrahas quoted12 hours ago
    Algunas generaciones después del diluvio, la totalidad de la humanidad provocó en Yahvé una profunda aversión, cuando los vio a todos cooperar con el máximo celo en un proyecto: la construcción de la Torre de Babel. Hasta ese momento, no habían hecho más que multiplicarse, y dominaban la tierra. Yahvé decretó que ya no habría una sola comunidad, sino múltiples tribus, todas ellas incapaces de entender las palabras de las demás.
  • Zakarias Zafrahas quotedyesterday
    Era el único de quien se podía decir: «He puesto mi corazón a estudiar y a examinar con sabiduría todo lo que se hace bajo los cielos: es una ocupación maligna que Dios dio a los hombres para que se ocupen de ella».
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