Todo lo que tengo es el silencio marca los pasos del sentimiento amoroso y un encuentro acaso imposible.
«A veces, contener la voz lo único que consigue es hacerte querer hablar. Guardarse el querer te hace querer más.
No te puedes esperar a ver al ser amado. No lo resiste el cuerpo. Nada se sostiene.
Cuando estás en el desierto de la distancia, empiezas a mirar en el calendario hacia adelante y hacia atrás.
Lo segundo para recordar aquello que te ha hecho feliz.
Lo primero para poner molde a los momentos que darán forma al amor.»