Una visión. Tú como líder podrás tenerla, sin embargo, ¿la ha captado tu organización? Si la visión de un líder consiste en lo que podría y debería ser, ¿por qué estás enterrado bajo lo que es? El conocido autor Andy Stanley señala que si los seguidores no reciben la visión, es porque los líderes no la han entregado. Él revela tres razones de por qué la visión no es contagiosa. Luego te ofrece tres formas de hacer que la visión trascienda, convirtiéndote en un líder digno de seguir: (1) Coloca tu visión de modo estratégico: define tu visión. 2) Celebra la visión de manera sistemática: regocíjate con regularidad en los éxitos. 3) Vive tu visión de continuo: pon tu visión en práctica en tu propia vida. Con Una visión contagiosa aprenderás a impulsarte tanto a ti mismo como a tu organización hacia adelante con la visión que Dios te ha dado.