San Juan de la Cruz fue, junto a santa Teresa de Ávila, el fundador de la Orden de los Carmelitas Descalzos. En la España del siglo xvi trabajó fervientemente en la creación de monasterios para esta orden reformadora, y se enfrentó con determinación y coraje al clero de la época, que vivía con todo tipo de lujos y comodidades.
Figura poliédrica, Juan de la Cruz fue un hombre de acción, uno de los más grandes místicos de Occidente y un reconocido teólogo.