Habían estado casados casi veinticinco años y eran dos personas que, a fuerza de costumbre, habían aprendido a vivir bajo el mismo techo
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
Durante un momento ambos se quedaron callados. Era como si algo sin nombre hubiera pasado entre ellos. La marquesa jugaba con su pañuelo de seda, que llevaba atado a la muñeca, un gesto casual, relajado
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
Soy una mujer muy normal —le dijo—. Si me conocieras mejor, te decepcionaría