Italo Calvino

Las ciudades invisibles

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • Valeria Valderramahas quoted5 years ago
    Dicho esto, es inútil decidir si ha de clasificarse a Zenobia entre las ciudades felices o entre las infelices. No tiene sentido dividir las ciudades en estas dos especies, sino en otras dos: las que a través de los años y las mutaciones siguen dando su forma a los deseos y aquellas en las que los deseos o bien logran borrar la ciudad o son borrados por ella.
  • Valeria Valderramahas quoted5 years ago
    cada hombre lleva en la mente una ciudad hecha sólo de diferencias, una ciudad sin figuras y sin forma, y las ciudades particulares la rellenan.
  • Valeria Valderramahas quoted5 years ago
    Los futuros no realizados son sólo ramas del pasado: ramas secas.
  • Pepe Luis Perezhas quoted6 months ago
    esta ciudad injusta que germina secretamente en la secreta ciudad justa: y es el posible despertar —como un concitado abrirse de ventanas— de un latente amor por lo justo, no sometido todavía a reglas, capaz de recomponer una ciudad más justa aún de lo que había sido antes
  • Pepe Luis Perezhas quoted6 months ago
    De cada generación de roedores que los hombres conseguían exterminar, los pocos sobrevivientes daban a luz una progenie más aguerrida, invulnerable a las trampas y refractaria a todo veneno.
  • Pepe Luis Perezhas quoted6 months ago
    Pero antes, durante largos años, no se supo si la victoria final no sería de la última especie que quedara para disputar a los hombres la posesión de la ciudad: los ratones.
  • Pepe Luis Perezhas quoted6 months ago
    por cada enemigo derrotado otro cobraba fuerzas y amenazaba la supervivencia de los habitantes.
  • Pepe Luis Perezhas quoted6 months ago
    ¿O por más que te alejes de la ciudad no haces sino pasar de un limbo a otro y no consigues salir de ella?
  • Pepe Luis Perezhas quoted6 months ago
    Quizá todo está en saber qué palabras pronunciar, qué gestos cumplir, y en qué orden y ritmo, o bien basta la mirada la respuesta el ademán de alguien, basta que alguien haga algo por el solo gusto de hacerlo, y para que su gusto se convierta en gusto de los demás: en ese momento todos los espacios cambian, las alturas, las distancias, la ciudad se transfigura, se vuelve cristalina, transparente como una libélula.
  • Pepe Luis Perezhas quoted6 months ago
    —Es hora de que el siglo del ratón termine y empiece el de la golondrina
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)