ero justamente al albur de una época en la que el capitalismo fetichiza sus productos y narrativas más que nunca mediante la estetización tecnológica, la ciencia ficción adquiere en nuestro tiempo una centralidad inesperada, que la enfrenta o bien a la celebración idiota, al adorno y a la colaboración consciente de estas narrativas, o bien a la politización tecnológica del arte, a una crítica política de la tecnología puesta al servicio de la extracción capitalista, el terrorismo económico y la violencia contra cuerpos y territorios.