El Corazón de la Bestia

Perros, gatos, serpientes, cucarachas, no hay límite. Vegetales, plantas, árboles. Todos hablan. Los seres humanos sabíamos escucharlos, pero el exacerbado materialismo nos ensordeció: anulamos la intuición y perdimos la comunicación interespecies.

Los animales nos explican cosas.

Ahora tenemos que redefinir qué es una herramienta, redefinir qué es el hombre o aceptar a los chimpancés como humanos

La Declaración de Cambridge sobre la conciencia es un manifiesto que se firmó tras una serie de conferencias sobre la conciencia en los animales humanos y no humanos, en la que participaron los más prominentes neurocientíficos del mundo. Entre otras cosas, concluyeron: “En dondequiera que sea que el cerebro suscite comportamientos emocionales instintivos en animales no humanos, muchos de los comportamientos que resultan son consistentes con estados de sentimientos experimentados, incluso aquellos estados internos que recompensan o castigan (…) los animales no humanos poseen sustratos neuroanatómicos, neuroquímicos y neurofisiológicos de los estados de consciencia, junto con la capacidad de exhibir comportamientos intencionales”. En pocas palabras, declaraban que los animales no humanos tienen conciencia.