San Agustín constituye un vínculo fundamental entre el neoplatonismo pagano y el pensamiento cristiano occidental. En sus obras «De ordine» y «De musica» desarrolla sus concepciones estéticas, basadas en los conceptos de orden, número y armonía. Estas ideas provienen del pitagorismo y del platonismo. Sin embargo, en San Agustín estas nociones adquieren un carácter definitivamente cristiano, puesto que para este autor el orden, el número y la armonía provienen de Dios. En sus escritos afirma que la música es la ciencia de la buena modulación y que, como tal, permite al hombre alcanzar la virtud y elevarse hasta Dios.