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Ignacio Bernal,Daniel Cosío Villegas,Luis González,Lorenzo Meyer,Alejandra Moreno Toscano,Eduardo Blanquel

HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO

  • Sara Gabrielhas quoted2 years ago
    El grupo español y los criollos ricos se opusieron a ella. El virrey Calleja, sucesor de Venegas, la abolió en agosto de 1814. Tal medida engrosaría las filas insurgentes; varios intelectuales criollos, al restablecerse el régimen autoritario, decidieron unirse al ejército del cura Morelos, hombre inteligente e inculto que ignorado y despreciado en un principio, había ido creciendo “en poder e importancia, y como aquellas nubes tempestuosas nacidas en la parte del sur, cubrió en breve una inmensa extensión de terreno”. Teniendo como música de fondo e himno aquella canción que empieza
    Por un cabo doy un real,
    por un sargento, un tostón,
    por mi general Morelos
    doy todo mi corazón,
  • Sara Gabrielhas quoted2 years ago
    Los cautivos comparecieron ante un consejo de guerra e Hidalgo, condenado a muerte, sufrió su pena el 30 de julio de 1811.
  • Sara Gabrielhas quoted2 years ago
    El virrey aceptó la idea, pero un rico comerciante y latifundista español, al frente de peones, empleados y varios gachupines, depuso al virrey la noche del 15 de septiembre; mandó a la cárcel a los patriotas Francisco Azcárate, Primo de Verdad y Melchor de Talamantes, y se dio el lujo de nombrar, como sucesores del virrey depuesto, a un mílite de máxima graduación y al clérigo máximo del país.
  • Sara Gabrielhas quoted2 years ago
    ersos que un día amanecieron pegados en los muros de la capital:
    Abre los ojos pueblo mexicano
    y aprovecha ocasión tan oportuna
    Amados compatriotas, en la mano
    las libertades ha dispuesto la fortuna;
    si ahora no sacudís el yugo hispano
    miserable seréis sin duda alguna.
  • Sara Gabrielhas quoted2 years ago
    Los españoles se opusieron al invasor, y los mexicanos que habían dejado de sentirse españoles, trataron de aprovecharse de la crisis española para hacerse independientes según se ve en los versos que un día amanecieron pegados en los muros de la capital:
  • Sara Gabrielhas quoted2 years ago
    Y apenas pasada el hambre, el gobierno, asustado por la Revolución francesa, fruto notorio del Siglo de las Luces, deja de ser promotor de cambios y mejoría, pone el acento en el despotismo e intenta contener la “ilustración”.
  • Sara Gabrielhas quoted2 years ago
    Expulsados los jesuitas, varios de sus exalumnos que en 1767 tenían entre 20 y 40 años de edad, no todos ricos y sólo algunos sacerdotes, llevaron adelante la renovación iniciada por sus maestros. Benito Díaz de Gamarra, autor de los célebres Errores del entendimiento humano, el enciclopedista José Antonio Alzate, el médico y matemático José Ignacio Bartolache, los astrónomos Antonio León y Gama y Joaquín Velázquez de Cárdenas y el físico José Mariano Mociño encabezaron una generación de criollos humanistas afectos al estudio individual y silencioso, la moderna ciencia experimental y el periodismo científico. Gracias al nuevo equipo de sabios mexicanos, en las escuelas de la “ilustración”, como el Seminario de Minería y el Jardín Botánico, dejaron de oírse “aquellos desaforados gritos pulmonares que eran la contraseña de los peripatéticos cuando pretendían descubrir la verdad”. También se abandonaron la oratoria y el mamotreto como medios de expresión y propaganda. Los nuevos frutos intelectuales vieron la luz pública en periódicos de vida efímera: el Mercurio Volante, los Asuntos varios sobre ciencia y artes útiles, la célebre Gaceta de Literatura y otros medios afanosos de difun
  • Sara Gabrielhas quoted2 years ago
    Un tercer rasgo de aquel grupo de jesuitas fue su liberalismo intelectual, opuesto al corsé escolástico. El padre Rafael Campoy propuso “buscar en toda la verdad, investigar minuciosamente todas las cosas, descifrar los enigmas, distinguir lo cierto de lo dudoso, despreciar los inveterados prejuicios de los hombres y pasar de un conocimiento a otro nuevo”. Sus colegas dispusieron, para cumplir ese vasto programa, darse a la lectura de los filósofos y científicos europeos. De unos y otros tomaron métodos para la reflexión, la investigación y la enseñanza.
  • Sara Gabrielhas quoted2 years ago
    Además de indigenista, el incipiente patriotismo de aquellos hombres fue telúrico. Les brotó un amor desmesurado por la geografía de México. Sintieron que su país era un paraíso, una fuente de la eterna juventud, un cuerno de la abundancia; en suma, “el mejor país de todos cuantos circundan el sol”. Proclamaron a voz en cuello: “¡Habitantes de México! Vivid satisfechos porque vuestro suelo no cede a ningún otro, ya se considere lo saludable que es, su abundancia de inocentes aguas y víveres, lo benigno de su temperamento, la hermosura de sus contornos.” Aun los que reconocían el subdesarrollo de México, como el padre Juan Luis Maneiro, gritaban orgullosamente
  • Sara Gabrielhas quoted2 years ago
    Se dicen descendientes del imperio azteca y proclaman con orgullo su parentesco con los indios. Éstos, hasta entonces despreciados, empiezan a ser vistos como iguales. El jesuita criollo Pedro José de Márquez defiende la tesis de que “la verdadera filosofía no reconoce incapacidad en hombre alguno, o porque haya nacido blanco o negro, o porque haya sido educado en los polos o en la zona tórrida”. El padre Francisco Xavier Clavijero asegura que los indios son tan “capaces de todas las ciencias” como los europeos.
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