tallados en madera, y luego transformados en mármol. Cuando pasó las manos por uno, pudo sentir el grano de la madera original. Al mismo tiempo, tenía la fría lisura de la piedra. Una rareza que parecía diseñada para confundir los sentidos.
Su parshmenio llevaba una cestita de libros llenos de dibujos de famosos científicos naturales. Jasnah había empezado a permitirle pasar algún tiempo estudiando temas de su propia elección. Solo una hora al día, pero era sorprendente lo preciosa que se había convertido esa hora. Recientemente, había estado investigando los Viajes occidentales de Myalmr.
El mundo era un lugar maravilloso. Ansiaba aprender más, deseaba observar todas y cada una de sus criaturas, tener sus dibujos en sus libros. Organizar Roshar capturándolo en imágenes. Los libros que leía, aunque maravillosos, parecían incompletos. Cada autora era buena con las palabras o con los dibujos, pero rara vez con ambas cosas. Y si la autora era buena con ambas, entonces su comprensión de la ciencia era pobre.
Había tantas lagunas en su comprensión. Lagunas que Shallan podía llenar.