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Chigozie Obioma

Los pescadores

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  • Zahiehas quoted17 days ago
    Aquella noche abundaba la superstición, y los miedos por el espíritu despiadado, malicioso, de los meses «bre» que luchaban con uñas y dientes para impedir que la gente entrase en el Año Nuevo. Existía la creencia generalizad
  • Zahiehas quoted17 days ago
    Todo lo que hicimos el resto de aquella tarde fue cantar, mientras el sol poniente caía en una esquina del cielo, a lo lejos, tan leve como el pezón en el pecho de una adolescente.
  • b8536115414has quoted18 days ago
    Tras el largo aplauso después de que terminase el discurso apresurado de Padre, comenzaron los himnos. Madre lloró suavemente todo el rato, dándose toquecitos en los ojos con un pañuelo. Un pequeño cuchillo de dolor me partía el corazón mientras lloraba por mis hermanos.
  • Zahiehas quotedlast month
    su palabra —como un camión sobrecargado de madera atrapado en el tráfico de Lagos— hizo un eslalon sobre el suelo lleno de socavones de su discurso en marcha, con interrupciones, sacudidas y caídas.
  • Zahiehas quotedlast month
    Me percaté de que su cuerpo transportaba una variedad de olores, el más perceptible era un olor fecal que me llegó como una ráfaga, como el zumbido de moscas, cuando me aproximé más a él. Este olor, pensé, debía de ser el resultado de llevar mucho tiempo sin limpiarse el ano después de defecar. Apestaba a sudor acumulado en el interior de la densa mata de pelo alrededor de su zona púbica y sus axilas. Olía a comida podrida, a heridas no curadas y pus, y a fluidos y deshechos. Recordaba a materiales oxidados, materia putrefacta, ropa vieja, ropa interior abandonada
  • Zahiehas quotedlast month
    Pero eso no era todo; olía a cosas incorpóreas. Olía a las vidas rotas de los otros, y a la quietud en sus almas. Olía a cosas desconocidas, a elementos extraños, y a cosas temibles y olvidadas. Olía a muerte
  • Zahiehas quotedlast month
    que a veces llevaba. También olía a hojas, enredaderas, mangos podridos junto al Omi-Ala, la arena de las orillas del río, e incluso al agua misma. Olía a plataneros y árboles de guayaba, al polvo del harmatán, a ropa tirada en el basurero enorme detrás de la tienda del sastre, a restos de carne del matadero al descubierto, a sobras de cosas devoradas por los buitres, a condones usados del motel La Room, a aguas residuales y porquería, a semen de las eyaculaciones que derramaba sobre sí mismo cada vez que se masturbaba, a fluidos vaginales, a mocos secos
  • Zahiehas quotedlast month
    El odio es una sanguijuela.
    La cosa que se pega a la piel de una persona; que se alimenta de ella y vacía la energía de su espíritu. Cambia a una persona, y no se va hasta que no ha exprimido hasta la última gota de su paz. Se agarra a la piel del mismo modo en que lo hace una sanguijuela, cavando más y más profundamente en la epidermis, de forma que arrancar al parásito de la piel implica arrancar esa parte de la carne, y matarlo es autoflagelarse
  • Zahiehas quotedlast month
    Madre desapareció durante dos semanas. Estaba, descubriría más tarde, en un hospital psiquiátrico, escondida como si fuese un peligroso material explosivo. Se había producido el estallido de un cataclismo en su mente, y su percepción del mundo conocido estaba hecha añicos.
  • Zahiehas quotedlast month
    espacio de Madre en la habitación de la vida se encogió gradualmente a medida que pasaban los días.
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