Tú cubriste al pájaro desnudo que tiembla en mi mente
Lo alimentaste con tu saliva y te inventaste un huevo roto en sus laderas. De un paso cayó mi amor en tus rodillas y se durmió para ya siempre soñar en ti
Desde entonces su mirada es nuestro hogar de bambúes blancos cantando las horas al revés de los rosarios
Pero contigo avanzo hacia la infancia
Mis dientes se repliegan al interior de mis encías para desvestirte: me enseñas la delicadeza en el golpe
el pétalo en el colmillo
Y yo deshueso la entrada a este nido de agua
me deslizo mientras bailas como un esqueleto quemado en la cornisa de la vida
Abrazas al pájaro desnudo:
herida blanca,
tiemblas en mi mente
Orlando Mondragónhas quoted3 years ago
¿Quieres dolerme a la intemperie,
Ana Cornejohas quoted3 years ago
La muerte es un hacha que rompe el lenguaje del pelo
SAMANTHA OLIVAREShas quoted2 days ago
Tu saliva se seca dejando una línea de mantarrayas en dirección a las orquídeas: ellas nadan cortando el cuerpo de Dios de espaldas a la tormenta del mundo
Todo lo oscuro y lo abundante aterriza como una caricia
SAMANTHA OLIVAREShas quoted2 days ago
“Madre e hija es una antinomia
con patas y pelos de tarántula
en una jaula vacía”
SAMANTHA OLIVAREShas quoted3 days ago
* Cabalgaste la tierra recogiendo los fragmentos de mi hermana:
los hallaste junto a los peñascos y los volcanes,
ocultos en las cuevas y en la maleza,
y te preguntaste si habría alguien de este mundo
que pudiera juntarlos en la luna
SAMANTHA OLIVAREShas quoted3 days ago
* Después de limpiar a tu niña con mi lengua
tomé su cuerpo ahogado de galaxias y lo desmembré
para regar su gloria cósmica sobre mi sombra
SAMANTHA OLIVAREShas quoted3 days ago
Así empezó la desposesión y tus garras deslizándose
como coágulos de hielo
por la puerta que separaba mi crimen de tu leche
SAMANTHA OLIVAREShas quoted3 days ago
Tu Dios será el ruido incesante en el agua del poema
SAMANTHA OLIVAREShas quoted3 days ago
:
la subirás a la montaña
con el peso de su mandíbula empujándote a los cuernos en manada
Descansarás con ella en un nido improvisado
Retozarás con sus cuencas abiertas a la noche
No te curará la carne, pero al día siguiente será tu casa