bookmate game
Holly Black

El rey malvado

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • josselinerodriguez65has quoted2 years ago
    Si tú eres la enfermedad, supongo que no puedes ser la cura al mismo tiempo.
  • josselinerodriguez65has quoted2 years ago
    Te odio —susurro al contacto de sus labios—. Te odio tanto que a veces no puedo pensar en otra cosa.
  • Meg Montanahas quoted2 years ago
    —De momento, acepta este manjar, aunque no sea digno de una reina de Faerie en el exilio
  • Astrid Milagroshas quoted2 years ago
    «Es mucho más fácil conseguir poder que aferrarse a él».
  • Astrid Milagroshas quoted2 years ago
    «cuando el juego acaba, el rey y el peón vuelven a la misma caja».
  • Luci Cvxhas quoted6 hours ago
    . El poder es infeccioso. El poder siempre quiere más.
  • Luci Cvxhas quoted6 hours ago
    . El poder es infeccioso. El poder siempre quiere más.
  • Luci Cvxhas quoted3 days ago
    Debes ser lo bastante fuerte para poder golpear, golpear y volver a golpear sin desfallecer. La primera lección es alcanzar esa fortaleza. Te dolerá. El dolor te hace fuerte.
  • María Mafailehas quoted20 days ago
    —Este es mi veredicto —dice Cardan, con un tono de autoridad—. Declaro el exilio de Jude Duarte al mundo mortal. Salvo que reciba el perdón de la corona, y hasta que eso se produzca, no podrá pisar Faerie so pena de ser ejecutada.

    —¡No puedes hacer eso! —exclamo.

    Cardan se queda mirándome un buen rato, pero su gesto es sereno, como si esperase que me contentara con el exilio. Como si yo no fuera nada más que uno de sus suplicantes. Como si yo no significara nada para él.

    —Claro que puedo —replica.

    —Pero es que yo soy la reina de Faerie

    C MAMO jajaaj

  • María Mafailehas quoted20 days ago
    Iré a acostarme —dice, dejando que le guíe hasta su inmensa cama. Una vez allí, no me suelta la mano—. Si tú te acuestas a mi lado.

    No tengo motivos para negarme, así que me acuesto, lo cual incrementa la sensación de irrealidad. Mientras me estiro sobre la lujosa colcha bordada, me doy cuenta de que he encontrado algo mucho más blasfemo que repantigarme sobre el lecho del rey supremo, mucho más blasfemo que llevar el sello de Cardan en el dedo o incluso que sentarme en el mismísimo trono.

    Me he convertido en la reina de Faerie.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)