Las Poseídas

el Hall de las Glorias del Ejército

Colegio Militar de Palomar

asco social, pegajoso, hecho de vínculos y torpezas irremediables.

a verdad era que yo había cogido porque había que coger. Nada más. No había ningún misterio en ello. No todo puede aprenderse en un libro, pensaba.

María de la Cruz López

Hermanas de la Caridad por las Hijas de la Inmaculada Concepción

Eso y la aceptación de ese nuevo compañero: el miedo sin contorno y sin fin que llaman adultez

ese aire de educada condescendencia de quien se sabe de paso, de quien conoce íntimamente la mecánica cruel, azarosa (y en definitiva poco importante) de los ciclos del afecto.

una cinta negra en el brazo

habíamos heredado esa farsa, esa estafa colectiva