Su apariencia de italiano seductor no lo era todo.
El atractivo Rico D'Angelo se dedicaba a ayudar a jóvenes con problemas. Abrir su propia cafetería benéfica debería haberle ayudado a superar los traumas de su adolescencia, pero ni siquiera el día de la inauguración consiguió sentirse satisfecho.
Hasta que entró por la puerta Neen Cuthbert, su nueva empleada, trayendo consigo un inesperado soplo de alegría y optimismo. Aunque escarmentada de benefactores de causas equivocadas, algo le decía que Rico era diferente. Neen no iba a permitir que él la apartara de su lado, especialmente después de descubrir que Rico la necesitaba más que a nada…