—Encuentra mis ojos—. Intento ayudarte. Te estoy dando una oportunidad que nadie más te va a dar. Estoy dispuesto a tratarte como un igual. Estoy dispuesto a darte todo lo que siempre habías querido y, por encima de todo, puedo darte poder. Puedo hacerles sufrir por lo que te hicieron. —Se inclina lo justo—. Puedo cambiar tu mundo.