él y yo somos tan diferentes que ningún servicio que sea infame puede ofrecérseme a mí y ninguno que no lo sea puede prestársele a él. Por lo tanto, si alguien jura por Tash y mantiene su juramento cueste lo que cueste, es en mi nombre por el que ha jurado en realidad, aunque no lo sepa, y soy yo quien lo recompensa. Y si alguien lleva a cabo una crueldad en mi nombre, entonces, aunque pronuncie el nombre de Aslan, es a Tash a quien sirve y es Tash quien acepta su acción.