Entre las muchas realidades que reveló el huracán Katrina está que nunca más podremos negar la existencia de este país dentro de un país, ese otro Estados Unidos, el cual los inmigrantes y el resto del mundo pueden conocer de manera mucho más íntima que muchos estadounidenses, el Estados Unidos que está al borde de un desastre humanitario y ecológico. No, no es Haití ni Mozambique ni Bangladesh, pero bien podría serlo.