Sí —dice, y traga saliva—. Lo dije. Lo digo. Quiero ser tu amigo. —
Asiente y noto el ligero movimiento en el aire que nos separa—. Quiero ser el amigo de quien te enamoras desesperadamente. El que tienes en tus brazos y en tu cama y en el mundo privado que tienes atrapado en tu cabeza. Quiero ser ese tipo de amigo —dice—. El que memoriza las cosas que dices así como la forma de tus labios al decirlas. Quiero conocer todas las curvas, todas las pecas, todos los estremecimientos de tu cuerpo, Juliette…