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Silvia Adela Kohan

Recursos de estilo y juegos literarios

  • Vivian Díazhas quoted4 years ago
    En el mundo de la publicidad, la meta es la persuasión
  • Lucas Molina Munerahas quoted9 days ago
    el salón de los maestros

    El propósito de Salvador Elizondo: demostrar que nadie puede burlar los designios de los dioses oponiéndose a su destino; ni siquiera Ulises, el amado de Atenea, que, como ningún otro mortal, había descendido al Hades y cruzado dos veces –al entrar y al salir– el Campo de Asfódelos de la entrada. Y de su amarga aventura extrae una enseñanza para los demás: «Sabedlo, navegantes…», son nuestros locos deseos los que nos pierden.

    Lo hace en «Aviso», un cuento de doble intertextualidad, basado en la Odisea y en un cuentito de Julio Torri, en el que narra su trágica aventura por haber desoído los consejos de Circe:

    La isla prodigiosa surgió en el horizonte como una crátera colmada de lirios y de rosas. Hacia el mediodía comencé a escuchar las notas inquietantes de aquel canto mágico.

    Había desoído los prudentes consejos de la diosa y deseaba con toda mi alma descender allí. No sellé con panal los laberintos de mis orejas ni dejé que mis esforzados compañeros me amarraran al mástil.

    Hice virar hacia la isla y pronto pude distinguir sus voces con toda claridad. No decían nada; solamente cantaban. Sus cuerpos relucientes se nos mostraban como una presa magnífica.

    Entonces decidí saltar sobre la borda y nadar hasta la playa.

    Y yo, oh dioses, que he bajado a las cavernas del Hades y que he cruzado el Campo de Asfódelos dos veces, me vi deparado a este destino de un viaje lleno de peligros.

    Cuando desperté en brazos de aquellos seres que el deseo había hecho aparecer tantas veces de este lado de mis párpados durante las largas vigías del asedio, era presa del más agudo espanto. Lancé un grito afilado como una jabalina.

    Oh dioses, yo que iba dispuesto a naufragar en un jardín de delicias, cambié libertad y patria por el prestigio de la isla infame y legendaria.

    Sabedlo, navegantes: el canto de las sirenas es estúpido y monótono, su conversación aburrida e incesante; sus cuerpos están cubiertos de escamas, erizados de algas y sargazo. Su carne huele a pescado.
  • Lucas Molina Munerahas quoted9 days ago
    La parábola

    Muy relacionada con la alegoría se encuentra la parábola. Es la narración de un suceso fingido del que se deduce, por comparación, una verdad o enseñanza moral.

    Como ejemplos muy conocidos de parábolas, las que incluyen los Evangelios, como la parábola bíblica del hijo pródigo y que también contribuye a la comprensión de conceptos abstractos.

    La fábula

    La fábula usa la personificación porque en general está protagonizada por animales o cosas inanimadas que actúan como seres humanos. Tiene «una intención didáctica de carácter ético y universal» que aparece en la parte final de esta misma, proporciona una enseñanza o aprendizaje, la moraleja. La fábula clásica tiene una doble estructura: el título presenta una oposición entre dos personajes de posiciones subjetivas encontradas, siempre en desigualdad social: uno en posición alta y otro en posición baja, y a causa de un imprevisto se revierten las posiciones. Dice Hegel: «La fábula es como un enigma que será siempre acompañado por su solución», en algunos casos se vincula con la leyenda urbana.

    Para mostrar los puntos de giro en la trama suelo dar como ejemplo esta fábula:

    El ratón y el perro

    Un ratón salió triunfante de su incursión en la cocina con un buen pedazo de queso. Le quedaban solo unos centímetros para traspasar el umbral de su ratonera –situada en el viejo olmo seco del jardín– cuando le sorprendió el perro de la casa, que se plantó frente a él, desafiante.

    ‒Deja ese trozo de queso en el suelo y márchate –le dijo.

    ‒¿Por qué dejarlo en el suelo? –le respondió el ratón–. Los humanos que viven contigo lo tirarán a la basura. Podríamos compartirlo.

    ‒¿Quien dijo de tirarlo a la basura? Me lo comeré yo: todo lo que está en el suelo es mío.

    El ratón, precavido, dejó el trozo de queso en el suelo a una distancia equidistante entre el perro y él y le invitó con un levísimo gesto de sus bigotes a parlamentar. El perro se acomodó sobre sus patas traseras y aceptó el diálogo.

    ‒Al final, me darás la razón –arguyó el ratón.

    ‒Al final, me comeré el queso –le respondió seguro de su fuerza el perro.

    Entonces llegó un cuervo y con un graznido burlón se llevó el trozo de queso. El ratón miró al perro, el perro miró al ratón y ambos se rieron.

    Desde aquel día, comparten los días de sol y los trozos de queso.

    La acción comienza con el detonante, el robo del queso. La presencia del perro es el primer punto de giro, rompe con el detonante e introduce un elemento nuevo: la disputa por el trozo de queso. Inicia y sitúa el conflicto entre el protagonista (el ratón) y el antagonista (el perro).

    La irrupción del cuervo es el segundo punto de giro, que conduce al clímax y al punto de llegada: la amistad del perro y el ratón.
  • Lucas Molina Munerahas quoted9 days ago
    »Es un carpintero al que nunca le falta ese martillo. Cualquiera que sea su símbolo –la cruz o la media luna o lo que fuere–, ese símbolo es para el hombre el recordatorio de su deber como miembro de la raza humana. Sus diversas alegorías son los modelos con los que se mide a sí mismo y aprende a conocerse. La alegoría enseña cómo descubrirse a sí mismo, cómo hacerse de un código moral y de una norma dentro de sus capacidades y aspiraciones al proporcionarle un ejemplo incomparable de sufrimiento y sacrificio y la promesa de una esperanza. Los escritores siempre se han nutrido y siempre se nutrirán de las alegorías de la conciencia moral, por la razón de que las alegorías son incomparables: los tres hombres de Moby Dick, que representan la trinidad de la conciencia: no saber nada, saber y no preocuparse, y saber y preocuparse. La misma trinidad está representada en Una fábula por el viejo aviador judío, que dice “Esto es terrible. Me niego a aceptarlo, aun cuando deba rechazar la vida para hacerlo”; el viejo cuartelmaestre francés, que dice: “Esto es terrible, pero podemos llorar y soportarlo”; y el mismo mensajero del batallón inglés que dice: “Esto es terrible, voy a hacer algo para remediarlo”».
  • Lucas Molina Munerahas quoted9 days ago
    En principio, la construcción alegórica ha permitido decir lo que estaba prohibido decir en épocas de dictadura. En esta dirección, Daniel Moyano, en El vuelo del tigre, ha sido un maestro. Reconstruye la represión de la dictadura militar argentina en un pueblo al que llegan los percusionistas montados en un tigre. Esa es la alegoría. Y recurre a la mirada de una gata y a los recursos sonoros como formas de comunicarse entre los habitantes de la casa ocupada.

    La alegoría en Avispas de Aristófanes se caracteriza por estar construida a partir de metáforas tópicas sobre zánganos y aguijones, con el sentido figurado de haraganería, maldad, inutilidad y flaqueza, mediante la inversión paródica desmonta el tópico y los jueces se transforman literalmente en avispas.

    A la pregunta de si ofrece ventajas artísticas el componer la novela en forma de alegoría, como la alegoría cristiana que utilizó en Una fábula, Faulkner respondió: «La misma ventaja que representa para el carpintero construir esquinas cuadradas al construir una casa cuadrada. En Una fábula, la alegoría cristiana era la alegoría indicada en esa historia particular, del mismo modo que una esquina cuadrada oblonga es la esquina indicada para construir una casa rectangular oblonga.
  • Lucas Molina Munerahas quoted9 days ago
    · La alegoría

    Es una imagen a lo largo de un texto, que traduce al plano metafórico cada componente de una esfera real y los elementos de la imagen se presentan en forma más difusa.

    Se usa como un recurso narrativo central en las fábulas didácticas y satíricas, como Los viajes de Gulliver, de Swift, o Rebelión en la granja, de Orwell. Entonces el lector disfruta al poder interpretarla.

    Al narrar con una alegoría, puedes convertir, por ejemplo, una realidad prosaica en otra más interesante.

    Se usa también en las artes plásticas, para hacer inteligibles conceptos abstractos que resultan difíciles de comprender. Así ocurre, por ejemplo, con los autos sacramentales de Calderón, en los que los conflictos entre ideas abstractas se representan teatralmente mediante personajes que encarnan figuras alegóricas (la Justicia, la Fe, la Gracia, etcétera). Este ejemplo es de Vicente Aleixandre y a lo largo de todo el poema aparecen una serie de metáforas que sugieren la analogía entre la mujer amada y una serpiente. De hecho, puede decirse que el significado del poema gira en torno a dicha relación, que se dispone en forma de alegoría:

    Miré tus ojos sombríos bajo el cielo apagado.

    Tu frente mate con palidez de escama.

    Tu boca, donde un borde morado me estremece.

    Tu corazón inmóvil como una piedra oscura.

    Te estreché la cintura, fría culebra gruesa que en mis dedos resbala.

    Contra mi pecho cálido sentí tu paso lento.

    Viscosamente fuiste solo un instante mía,

    y pasaste, pasaste, inexorable y larga.

    Te vi después, tus dos ojos brillando

    tercamente, tendida sobre el arroyo puro,

    beber un cielo inerme, tranquilo, que ofrecía

    para tu lengua bífida su virginal destello.

    Aún recuerdo ese brillo de tu testa sombría,

    negra magia que oculta bajo su crespo acero

    la luz nefasta y fría de tus pupilas hondas,

    donde un hielo en abismos sin luz subyuga a nadie.

    Plasma un concepto abstracto en uno concreto.

    A veces esa sucesión de imágenes o metáforas puede comprender una obra literaria completa y se dice que tiene un significado alegórico dado que representa una idea. La película de Chaplin, Tiempos modernos, representaría alegóricamente la degradación del obrero a simple objeto en un determinado sistema económico y contexto social.

    Simboliza una idea abstracta a partir de recursos que permitan representarla. La Divina comedia de Dante es una alegoría de la vida del hombre. Otra forma de definirla es como una metáfora continuada, en la que cada elemento imaginario se corresponde con un elemento real: o sea, como varias metáforas consecutivas que dan a entender una cosa expresando otra diferente.
  • Lucas Molina Munerahas quoted9 days ago
    · El mito de Ulises

    Son varios los autores que retoman el mito de Ulises y le dan la vuelta:

    Cuenta la Odisea que, llegado Ulises, náufrago y semidesnudo, a la tierra de los feacios, narró al rey Alcínoo y a la bella princesa Nausícaa las aventuras que, con sus compañeros, había corrido en su viaje de vuelta a Ítaca desde las costas de Troya. Entre dichas aventuras, dos episodios particularmente célebres: su estancia en los dominios de la diosa Circe y la posterior navegación cerca de la isla de las sirenas –que, en la mitología griega, eran aves con cuerpo de mujer, y no mujeres-peces, como se las representa desde la Edad Media–. La diosa le previno de que en su viaje habría de encontrarse con la hermosa isla, pero que, para no caer en el hechizo del malévolo canto de aquellos seres, debería taponar con panal de cera los oídos de sus compañeros –no los suyos, como supone Elizondo– y pedirles que lo amarraran al mástil, por si acaso estuviera tentado de hacer virar la nave para arribar a la isla. Así, pues, solo él las oiría cantar, quizá embelesado, pero sus compañeros no percibirían el mágico canto –no lo oirían– ni podrían escuchar (lat. auscultare, atender, acatar, obedecer) las órdenes de Ulises.
  • Lucas Molina Munerahas quoted9 days ago
    Quien produce la señal ejecuta un acto informativo. El emisor trata de transmitir un mensaje sirviéndose de la señal.

    Para ello, existen:

    Informantes indiciales, señales naturales y motivadas.

    Su esquema sería: A emana de B.

    Entre los dos elementos existe una relación metonímica: el humo es una señal natural del fuego. / La estela en el mar nos informa de que acaba de pasar una embarcación.

    Iconos: son señales no naturales, pero sí motivadas. Dependen de la voluntad humana. Establecen códigos y se reconocen por similaridad con el aspecto señalizado. Son gráficas.

    Su esquema sería: A se parece a B.

    Su relación es metafórica: un perro tachado es señal de «prohibido perros». / Una enfermera con un dedo sobre los labios es señal de silencio.

    Signos: son señales no naturales y no motivadas. Dependen de la voluntad humana y son fruto de un pacto o convención.

    Su esquema sería: no hay semejanza entre A y B.

    Su relación es arbitraria: los colores del semáforo.

    Son privados.

    Tienen validez para ciertas personas y no para todo el mundo.

    Pueden corresponder a una persona o a varias. A una determinada persona, es el caso especial de los poetas que los utilizan en varios de sus poemas de forma coherente y comprensible y que el lector disfruta al desentrañarlos.

    En el poema La noche oscura, de san Juan de la Cruz, el símbolo connota la experiencia mística. Los símbolos son los siguientes: la noche oscura, símbolo de la experiencia mística; el alma, símbolo de la amada; el amado, símbolo de Cristo.

    Los distintos colectivos crean símbolos o sistemas simbólicos con determinados fines. Para ello, se estudian asuntos como los jeroglíficos, la cábala, el juego del tarot, etcétera, que incluyen numerosos simbolismos, e incluso pueden contradecir el significado que le da al mismo elemento la versión convencional y popular.
  • Lucas Molina Munerahas quoted9 days ago
    La relación entre una palabra y su significado es directa y está a la vista. La relación entre una palabra y el símbolo correspondiente oculta algo. El símbolo representa algo distinto a lo que nombra, implica un significado oculto.
  • Lucas Molina Munerahas quoted9 days ago
    ¿Tiene un significado evidente u oculto?

    Dice Carl G. Jung: «Todo puede asumir significancia simbólica: los objetos naturales (como piedras, plantas, animales, hombres, montañas y valles, sol y luna, viento, agua y fuego) o cosas hechas por el hombre (casas, barcos, coches), o, incluso, formas abstractas (números, o el triángulo, el cuadrado y el círculo). De hecho, todo el cosmos es un símbolo posible».
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