Durante los Días Oscuros, los rebeldes del 13 lograron hacerse con el control del lugar, apuntaron con los misiles al Capitolio e hicieron un trato: se harían los muertos a cambio de que los dejaran en paz. El Capitolio tenía otro arsenal nuclear en el oeste, pero no podía atacar al 13 sin sufrir su venganza, así que se vio obligado a aceptar el trato