Me muero!
Estoy nerviosa, no sólo por usar un diminuto vestido y estar con mil kilos de maquillaje en todo mi rostro, en cuanto empiece a “posar” se darán cuenta que no soy modelo.
¡Vamos Amy! ¿Qué tienes que perder?
Hago mis respiraciones, antes de que me dé algo, lo más probable un ataque de ansiedad.
Empiezo el juego.
Coloco las joyas en mis manos, suerte que soy una adicta a la higiene y mis uñas hoy están hermosas y relucientes. Una pose de perfil, acerco las joyas a mi mentón, y de inmediato imagino ser yo la fotógrafa