El Penúltimo Peligro

Cada uno tenía en sus manos una pequeña parte de la realidad, pero ninguno podía verla por completo.

Pero con cada generación, el cisma se pone peor. Sí la justicia no prevalece, muy pronto ya no habrá más lugares seguros, y no habrá nadie que recuerde como debería ser el mundo.

—“Todos los sabios tenían parte de razón” —dijo Sunny, recitando el penúltimo verso del poema del elefante. Sus hermanos sonrieron e intervinieron terminando la oración, diciendo juntos.
—“Pero también estaban mal”

Podemos pedir justicia y podemos pedir pañuelos y podemos pedir panecillos y podemos pedirle a todos los soldados del mundo que suelten sus armas y se unan a nosotros en un entusiasta coro de “Llórame Un Río”, sí esa resulta ser nuestra canción favorita. Pero también podemos pedir algo que probablemente sea más fácil conseguir, y eso es encontrar a una persona o dos, en algún lugar en nuestros viajes, que nos diga que somos lo suficiente nobles, sea cierto o no. Podemos pedir por alguien que diga, “Eres lo suficientemente noble”, y nos recuerde nuestras buenas cualidades cuando lleguemos a olvidarlas, o las pongamos en duda

Una vez un gran hombre dijo que el bien temporalmente vencido es más fuerte que el mal triunfante

Nadie pudo extinguir nuestro amor
Ni tu hogar.

puede estarse cuestionando sí un pequeño evento, como una piedra siendo arrojada a un estanque, pueda causar ondas en los sistemas del mundo, y hacer temblar las cosas que las personas quieren, hasta que todas estas ondas y temblores hagan venir abajo algo enorme, como un edificio.

¿Quién sabe si cuándo algo ligero choca —pregunta—, perturbando el delicado balance entre el orden social y la sedienta aspiración, hará venir abajo los rascacielos de nuestras ciudades?

—El último lugar seguro —dijo—, ya no lo es.

Mientras salían del ascensor y caminaban a través del salón para asolearse en la azotea, los huérfanos Baudelaire sintieron como sí toda su vida fuera como un libro, lleno de información crucial, ardiendo en llamas, como la exhaustiva historia de injusticias que ahora era sólo cenizas en un incendio