Tras el rastro del ave salvaje

No necesitas riqueza, posición social ni poder para marcar la diferencia. Solo necesitas hacer lo más que puedas con lo que tienes allí mismo donde estás. Y si eres fiel en Babilonia, Dios te bendecirá en Jerusalén.

En el caso de Nehemías, fue la noticia que le dieron. Simplemente, preguntó cómo andaban las cosas por Jerusalén, y la respuesta de su hermano cambió la trayectoria de su vida. La pasión por reconstruir las murallas de Jerusalén fue concebida en su espíritu. Y a su concepción siguió un período de gestación. Nehemías ayunó y oró hasta que la pasión estuvo totalmente desarrollada.

Hay una parte de nuestro ser que se siente como si algo estuviera espiritualmente mal en nosotros cuando experimentamos incertidumbre circunstancial. Pero eso es precisamente lo que Jesús nos prometió que sucedería cuando naciéramos del Espíritu y comenzáramos a seguirle1. La mayor parte de las veces, muchos de nosotros no tendremos ni idea de hacia dónde nos dirigimos. Y sé que eso crea zozobra. Sin embargo, esa incertidumbre circunstancial también tiene otro nombre: se llama aventura.

Algunas veces, lo que nos indica el Espíritu Santo nos podrá parecer muy carente de sentido, pero puedes estar seguro de que Dios está obrando dentro de su propio plan. Y si te dedicas a cazar esa Ave Salvaje, te llevará a lugares donde nunca te habías imaginado que irías, y por caminos que ni siquiera sabías que existían.