Storytelling

lo primero que hay que tener en cuenta es que para que una narración tenga éxito es necesario conocer el contexto en el que sucede, es decir, el entorno que enmarca y aclara la sabiduría y las emociones que contiene.

Lo sepamos o no, contemos lo que contemos, lo que compartimos con el público es siempre un «momento umbral», es decir, un cruce vital, un punto de inflexión, una bifurcación del camino.

Es un singular y elegante momento de claridad. Es una representación literal de la verdad inherente a toda narración.

Hay una narrativa en perpetuo funcionamiento, constantemente cincelada y transformada por nuestras decisiones vitales.

Las historias son una llama que los humanos nos pasamos unos a otros.

Las historias son una llama que los humanos nos pasamos unos a otros.

primero que hay que tener en cuenta es que para que una narración tenga éxito es necesario conocer el contexto en el que sucede, es decir, el entorno que enmarca y aclara la sabiduría y las emociones que contiene.

Tu manera de narrar tu historia marcará la diferencia en tu forma de abrirte paso en el mundo, de compartir lo que eres, en todo lo que hagas, ya sea convencer a alguien de que te ame, de que compre algo que hayas fabricado o de que

¿Qué sucedió? ¿Qué hizo (o no hizo) el Antagonista para que tú decidieras cambiar de manera consciente? Conviene subrayar lo de «cambiar de manera consciente».
¿Qué hiciste para cambiar? Normalmente es un momento cotidiano. Concéntrate en él. Quizás es el momento en que abandonaste el deporte por pura frustración, miedo o sensación de fracaso, pero después volviste a al campo. Otra vez. Y esta vez con determinación, gozo o madurez renovadas. Lo importante es que eres una persona distinta: esa es precisamente la historia que queremos oír.
No describas el cambio. Cuéntalo por medio de un momento de acción, de un contraste o de un giro en la narración

Para este ejercicio:

¿Quién ha sido una «fuerza de la naturaleza» en tu vida? ¿Quién te ha provocado, incitado o animado a sacar lo mejor de ti, incluso si en el proceso has llegado a odiarlo o te ha roto el corazón?
¿Cómo eras antes del proceso? ¿Cuál era tu mayor miedo? Piensa un ejemplo de ese miedo, una inacción que te paralizaba.
Elige un «detalle resplandeciente», un momento ordinario que se vuelve extraordinario al reflexionar sobre él.
¿Hay algún recuerdo sensorial predominante?
Delimita las coordenadas del GPS: tiempo, lugar, contexto.