Susan Hill

La mujer de negro

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  • Daniela Navahas quoted7 years ago
    aunque todavía creía que esas enseñanzas eran probablemente la mejor guía para llevar una buena vida, también había comprobado que Dios resultaba muy lejano y que las oraciones sólo eran una práctica formal y obligada.
  • Liliana Villasañahas quoted9 days ago
    Se trataba de una pobre mujer, enloquecida y perturbada, cargada de tristeza y de dolor, llena de odio y con ansias de venganza. Su amargura era comprensible y la maldad que la había conducido a quitar también resultaba comprensible pero imperdonable.

    Llegué a la conclusión de que nadie podía hacer nada para ayudarla..., salvo rezar por su alma. La señora Drablow, la hermana a la que achacaba la pérdida de su hijo, estaba muerta y enterrada y, puesto que la casa se encontraba finalmente vacía, tal vez cesarían de forma definitiva las apariciones y las espantosas consecuencias que tenían para seres inocentes.
  • Liliana Villasañahas quoted9 days ago
    Un petirrojo con la cabeza erguida y ojos brillantes como cuentas de cristal se había posado en una de las jardineras de piedra de la balaustrada. Lo contemplé mientras daba saltos, se detenía, escuchaba y se ponía a trinar. Pensé que, antes de visitar ese sitio, jamás se me habría ocurrido concentrarme tanto en algo tan corriente, pues habría estado desesperado por hacer algo, por ocuparme de esto o de aquello. En ese momento agradecí la presencia del pájaro y, con una intensidad hasta entonces desconocida, disfruté del mero hecho de con
  • Liliana Villasañahas quoted9 days ago
    La marea bajaba sin cesar, el cielo había adquirido un tono gris perla uniforme y, después de la tormenta, el aire estaba cargado de humedad, frío y quieto. Las marismas me parecieron monótonas, quedamos rodeados de bruma y tristeza y, más adelante, el terreno llano estaba empapado y sombrío, sin color, hojas ni ondulaciones. El poni avanzaba
  • Liliana Villasañahas quoted9 days ago
    no podía soportar ni un segundo más era la atmósfera que rodeaba esos acontecimientos: la sensación de odio opresivo, malevolencia, perversida
  • Liliana Villasañahas quoted9 days ago
    También me enteré de que Jennet Humfrye, la madre del niño, se había consumido y muerto doce años después de su hijo y que ambos fueron enterrados en el cementerio abandonado y ruinoso que se extiende detrás de la casa de Eel Marsh; de que la habitación del pequeño se mantuvo tal como la dejó, con la cama, la ropa y los juguetes intactos y de que la madre aparecía por allí. Por si eso fuera poco, la intensidad de su dolor y su aflicción se combinó con su odio reprimido y su deseo de venganza e impregnó la atmósfera.
  • Liliana Villasañahas quoted9 days ago
    Actualmente, en esas mismas marismas se repetía una y otra vez ese episodio, su espectro, su sombra o su recuerdo..., vaya usted a saber con qué frecuencia. Claro que ahora no se veía, sólo se oía.
  • Liliana Villasañahas quoted9 days ago
    había ocurrido y se había resuelto hacía muchos años, se repetía una y otra vez, se repetía en una dimensión distinta a la normal y presente.
  • Liliana Villasañahas quoted9 days ago
    Por algún motivo, un acontecimiento trágico y espeluznante, que
  • Liliana Villasañahas quoted9 days ago
    Su apasionado cariño por el niño, su aislamiento, su furia, la forma en la que al principio luchó a brazo partido contra lo que le propusieron y, por último, la desesperación con la que lo aceptó me llenaron de tristeza y conmiseración.
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