rodea y meditas, reflexionas, te haces planteos, se los haces al mundo y a los seres que amas u odias, a los valores del mundo: la injusticia, la libertad, el triunfo, la mentira, la cobardía…
. Desde el misterio.
Son muchos los que afirman que la escritura de la poesía es inefable.
No sabes a partir de qué, pero de pronto aparece una especie de zumbido que crece, que da forma a una palabra que enlaza con otras palabras, que cuajan en poema.
En cualquier caso, el que escribe poemas tiene un objetivo impreciso.
Generalmente, suele ser una actividad que tensiona al sujeto que escribe. Se ponen en tensión la mente, la garganta, los músculos, el plexo solar.
Y aunque el despegue sea más o menos reflexivo o más o menos emotivo, la poesía parte de la impresión de que la lengua tiene un excedente oculto y trascendente más allá del