La esfinge sin secreto

-Mi querido Gerald -dije-, las mujeres están hechas para ser amadas, no comprendidas.

Le encantaban los secretos, pero no era más que una esfinge sin secreto.

-No comprendo suficientemente bien a las mujeres -respondió.
-Mi querido Gerald -dije-, las mujeres están hechas para ser amadas, no comprendidas.

las mujeres están hechas para ser amadas, no comprendidas.

Entró muy despacio, como un rayo de luna vestido de encaje gris

el atisbo de sonrisa que rondaba sus labios era demasiado sutil para ser realmente dulce.

Se trataba de una belleza moldeada a fuerza de misterios… una belleza psicológica

Yo lo había apreciado muchísimo, ¡era tan apuesto, íntegro y divertido!

Era la mujer que había estado buscando. Entró muy despacio, como un rayo de luna

las mujeres están hechas para ser amadas, no comprendidas.

-Soy incapaz de amar a alguien en quien no puedo confiar -