Fábulas feministas

«¿Y tú qué quieres?», le preguntó a la muchacha. «Quiero tener el estatus de un ser humano» . «Ah, eso es mucho más difícil»

los libros dejaban claro que los hombres aman a las mujeres, las mujeres aman a los hombres, y que los hombres son los que salen a vivir toda clase de aventuras, mientras que las mujeres se quedan en casa. «Ya sé lo que pasa —dijo un día—. Ya sé lo que está mal: lo que pasa es que no soy humana. La única historia que encaja conmigo es la de la Bestia.

Narramos historias para explicarnos las cosas a nosotros mismos.

—¿Admitirás ahora que los chicos pueden ser civilizados?
La matriarca la miró, sorprendida.
—Querida, si podían o no civilizarse no fue nunca la discusión. Es solo que nunca se ha considerado que valga la pena, en realidad

La sociedad está dividida en dos géneros, pero aquí el género no es biológico, sino que depende del rol que cada individuo elige

Verás, he sobrevivido durante tanto tiempo,
mis hábitos de observación se han vuelto tan fuertes
que a veces pienso que casi pertenezco

Desde su punto de vista yo existo, por supuesto,
pero difícilmente importo; soy una especie de evento,
y no tengo ningún efecto para su magnificencia..

LAS TRES
CERDITAS

Nadie me escucha a mí, ni siquiera yo.

De niños nos dicen (lo entendamos o no) que el principal objetivo no es alcanzar una identidad particular, sino desprendernos de las particularidades de la identidad