Walter Benjamin advertía hasta qué punto la desaparición del narrador nos revelaba una nueva belleza de su arte. Es al desaparecer que las cosas nos revelan su brillo. A este respecto, el digital nos ha vuelto sensibles, con una intensidad nueva, al trabajo material de la película. De ahí el principio adoptado por Mekas, que consiste en puntuar su película con secuencias filmadas en video en las que él mismo rebobina y empalma trozos de cintas en su mesa de trabajo, frente a la fotografía de su madre, solo en la noche de Nueva York.