El Beso del Perdón

De visita en un museo en la ciudad de Viena, César se vio enfrascado en una lucha titánica, sin siquiera sospecharlo.

Se encontró frente a frente con un objeto sumamente especial y muy importante…para él y para el mundo entero.

Lo que César estaba viendo, era la Lanza Sagrada del Destino, un poderosísimo talismán que ha maravillado a generaciones y ostenta una magia indescriptible.

Aparentemente resguardado y vigilado en su totalidad, se exhibe al público como una exquisita antigüedad, sin que nadie imagine que dicha Lanza Sagrada, es la llave de los poderes del mundo.

César no se encontraba ahí por casualidad. Fue llevado sin que lo supiera. Fuerzas superiores se pusieron en marcha para que él estuviera ahí mismo, a esa hora del día.

Un poder inmenso había movido sus hilos para trasladar a César, sin sospechas y sin alborotos, como si fuera obra del mismo destino. Las fuerzas del bien y el mal existen y están presentes en la vida diaria. César lo supo en carne propia.

Su vida adquirió un nuevo significado. Un significado eterno. Vio cara a cara sus temores…y estos le sonrieron de vuelta. Sin embargo, alguien lo cuidaba desde otros horizontes.

César era la última pieza del juego entre dos fuerzas sumamente poderosas, infinitamente superiores a lo que sabía en ese momento. El lo ignoraba todo y ambos poderes propiciaban que fuera de esa manera.

Sin embargo, toda polaridad tiene sus extremos y rápidamente se vio envuelto en una espiral de acontecimientos que difícilmente se imaginó. Para él era un día emocionante. estaba frente al objeto que más anhelaba ver, sin darse cuenta siquiera, que las dos fuerzas más poderosas del mundo, respiraban en sus oídos.

Acompañen a César a descifrar el misterio. César no está solo. Lo tiene a usted. Quizá pueda orientarlo un poco, porque, quién sabe, algún día usted puede estar en su lugar, y ni siquiera saberlo…