En la Edad Media, la ciencia sufrió un abandono casi total. Se olvidan los avances de las civilizaciones griega y romana, y el conocimiento médico, filosófico y astronómico se sustituye por ideas religiosas y mágicas. Son los monjes en los monasterios y los magos quienes se atribuyen los secretos de la curación, recomiendan las procesiones, los rezos, los santos y las romerías, las responsables de las curaciones. En esta época, las mujeres epilépticas son quemadas por brujas. Y a los hombres se los castraba para evitar descendencia con la misma lacra. Con la llegada del islam aparecieron médicos judíos que se desembarazaron del oscurantismo e hicieron avanzar todas las ciencias, incluida la medicina, la aritmética, la astrología, la agricultura y la filosofía.