Sin amor, las montañas son inaccesibles, los mares son imposibles de cruzar, los desiertos son insoportables y las dificultades son lo más grave en nuestra vida. El apóstol cristiano a los gentiles, Pablo, exaltó el amor cuando enseñó que todas las realizaciones humanas que no están motivadas por el amor son, en definitiva, vacías. Él llegó a la conclusión de que en la última escena del drama humano, solamente tres características permanecerán: «la fe, la esperanza y el amor. Pero el más grande todos es el amor»