De este modo, comprendió dónde buscar tanto lo bueno como lo malo. Buscó dentro de sí mismo sus propias opciones, en lugar de buscar en factores externos incontrolables. Los estoicos reconocen que el ser humano no puede controlar todo lo que ocurre en su vida. Por ello, sostienen que preocuparse en exceso por asuntos sobre los que no se tiene control es una tontería y no es productivo. Le impedirá a uno alcanzar la paz