Ambas tenían otras necesidades más primordiales. En segundo lugar, a diferencia de Rossetti, Dickinson no fue una mujer consagrada a la religión; sus opiniones religiosas eran heréticas, heterodoxas, y se mantuvo alejada de la iglesia y del dogma. ¿Qué fue lo que, en realidad, permitió que pusiera «el Cinturón alrededor de su vida»?