fue el caso porque la historia, como profesión y disciplina académica, surgió a finales del siglo XIX relacionada cercanamente con la consolidación del Estado-nación moderno. La noción de Estado-nación condicionó la investigación y los textos de historia mediante la fundación de departamentos de historia y la formación de historiadores profesionales, junto con la creación de archivos en los que se resguardaron los registros nacionales.