Isabel González

La mutilación genital femenina se practica en 38 países y, según la Organización Mundial de la Salud, afecta en la actualidad a entre 100 y 140 millones de mujeres y niñas en el mundo.

No es demasiado tarde para buscar un mundo nuevo.

La muerte engrandece a los muertos. Da igual lo que hayamos sido. Por primera vez en la vida estamos haciendo, exactamente, lo que de nosotros se espera: nada»

Septiembre

Nadie cumple años

Hace unos diez días dejé París, con mucha pena y cansado, y he venido a una gran llanura nórdica, cuya amplitud, cuyo silencio y cuyo cielo han de devolverme la salud. Pero he viajado en medio de una larga lluvia, que solo hoy parece querer aclararse un poco sobre esta tierra de ondulaciones intranquilas, y aprovecho este primer momento de claridad para saludarle, mi querido señor

me conmueve lo hermoso de su preocupación por la vida, más aún porque eso ya lo he sentido yo en París, donde todo suena y resuena de otro modo con el enorme ruido por el que tiemblan las cosas

Es usted tan joven, está tan al principio de todo, que quisiera pedirle de la mejor forma en que me resulta posible, mi querido señor, que tenga paciencia con todo lo que sigue sin resolverse en su corazón y que trate de coger cariño a las propias preguntas como si fueran cuartos estancos y como si fueran libros escritos en un idioma muy extraño. No busque ahora las respuestas que no se le pueden dar, porque no podría usted vivirlas. Y se trata de vivirlo todo. Viva usted ahora las preguntas. Tal vez un día lejano, sin darse cuenta, empiece usted a vivir en la respuesta

El sexo es difícil, sí. Pero todo lo que se nos ha encomendado es dificultoso, casi todo lo importante es difícil, y todo es importante. Solo con que usted lo reconozca y llegue a lograr a partir de sí mismo, de su disposición y su carácter, de su experiencia, su ingenuidad y su fuerza, una relación completamente propia con el sexo (no influida por la convención y la moral), entonces ya no tendrá que tener ningún temor a perderse ni a ser indigno de su mejor posesión

Puede recordar que toda la belleza de animales y plantas es una forma silenciosa y duradera de amor y de anhelo, y puede ver al animal igual que ve a la planta, agrupándose paciente y obediente, y multiplicándose y creciendo, inclinándose, no por placer físico, no por dolor físico, hacia las necesidades que son mayores que el placer y el dolor y más violentas que la voluntad y la resistencia.

¡Oh, si el hombre acogiera con más humildad este misterio del que está repleta la tierra hasta en sus cosas más nimias, y sobrellevara, soportara y sintiera con mayor seriedad lo tremendamente difícil que es en lugar de tomarlo a la ligera