Siempre somos dos y tres personas en un mismo cuerpo, con tantas dudas como años. Cada cultura trae sus supersticiones e inseguridades, pero vivir es un riesgo. Nirvana, ya, para, detente; debes ser tú y escucharte. Estás sana, eres una mujer fuerte. Ven aquí, descansa. No pidas lo que ya tienes. La diosa eres tú, mi niña.