¿Cómo darle sentido a la cuarentena? ¿Cómo encontrarlo lo bueno, si es que lo tiene? En los cinco continentes, hemos perdimos contacto físico con nuestros amigos, hemos perdido trabajos y nuestra seguridad financiera. Sin embargo, algunos recuperaron desde gustos hasta pasiones, revalorizamos las actividades esenciales, conocimos a nuestros vecinos y apreciamos el comercio local. Aprendimos a vivir en cámara lenta, a no hacer nada. Aprendimos a esperar.