El ritmo y la intensidad de nuestras vidas, tanto en el trabajo como en casa, hacen que muchos de nosotros nos sintamos como una persona montada en un caballo que galopa frenéticamente. Nuestra incesante actividad diaria -demasiadas cosas que hacer y poco tiempo; la presión por producir y marcar los elementos de nuestra lista de tareas pendientes al final de cada día- parece decidir por nosotros la dirección y la calidad de nuestra existencia.
Sin embargo, si enfocamos nuestros días de otra manera, podemos cambiar conscientemente este patrón descontrolado. Sólo hace falta tener el valor de hacer menos. Esto puede parecer sencillo, pero hacer menos puede ser realmente muy difícil. Con demasiada frecuencia, creemos erróneamente que hacer menos nos convierte en perezosos y da lugar a una falta de productividad. En lugar de eso, hacer menos nos ayuda a disfrutar de lo que conseguimos. Aprendemos a hacer menos de lo que es superfluo y nos involucramos en menos comportamientos autodestructivos, de modo que creamos una vida rica con la que nos sentimos realmente bien.
Hacer menos por sí mismo puede ser fácil, sorprendente y transformador. Imagina tener una conversación real y sin prisas en medio de una implacable jornada laboral con alguien que te importa. Imagínese completar una tarea discreta a la vez y sentirse tranquilo y feliz por ello. En este libro, verá un nuevo enfoque. El enfoque es igualmente útil para nuestra vida personal y nuestra vida laboral. De hecho, los dos hemisferios de nuestra vida laboral y personal se reflejan y afectan constantemente el uno al otro, cada uno cambiando o reforzando al otro.