Secretos para jugar con el deseo, la acción y la satisfacción... En una sociedad que privilegia el ejercicio de la sexualidad y que ha desbancado el peso de tabúes, prejuicios y temores, desconcierta que los enemigos del erotismo continúen al acecho y que el malestar sexual se manifieste entre hombres y mujeres... ¿Será que la falta de información, abierta y puntual, siga generando un desconocimiento que todavía se deja sentir en la cama? ¿Acaso la clave de la insatisfacción no ha sido detectada y revertida? ¿Es posible que no hayamos resuelto todavía la ecuación que permita convivir en amor sin consumir la pasión? ¡La práctica de un sexo gratificante y duradero no puede depender sólo de los estrógenos y de la testosterona! Si bien el refrán dice que “Mientras hay vida, hay esperanza”, nosotros pensamos que mientras hay vida, hay deseo también...